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Cómo determinar tus metas financieras

Las metas financieras están estrechamente relacionadas a nuestro futuro financiero. Estas nos ayudan a priorizar y a tener una idea de qué debemos hacer con nuestro dinero, así como son utiles para elaborar un plan realista y efectivo, y obtener resultados.

Por ejemplo, entre tus metas financieras pudiera estar comprarte una casa, irte de vacaciones, ahorrar más o saldar una deuda. Lo cierto es que si no defines tus metas financieras con claridad será improbable que sepas cómo actuar financieramente.

Qué deseas hacer con tu dinero

Tus metas financieras sirven para guiar tu plan de vida. No tienen que ser permanentes, incluso pueden cambiar muchas veces durante toda tu existencia, pero es necesario definirlas.

Todos deseamos tener dinero, pero cuánto deseamos tener o para qué lo deseamos tener, varía de una persona a otra.

Es posible que en tu caso particular este año planees remodelar tu casa, casarte, tener hijos, comprar un coche nuevo. Sin embargo, es posible que otra persona esté pensando irse a vivir a otro país o emprender por su cuenta. Al final todas siguen siendo metas financieras, pero con objetivos diferentes.

Clasifica tus metas según su plazo

Las metas no solo varían según sus objetivos, sino que además pueden variar según su plazo de ejecución. Existen metas a corto plazo, metas a mediano plazo y metas a largo plazo.

Las metas a corto plazo son aquellas que son alcanzables entre los seis meses y cinco años. Las metas de mediano plazo pueden materializarse en un plazo de cinco a diez años. Y por último, las metas a largo plazo necesitan más de 10 años para su realización.

Partiendo de lo anterior, debes fijar una fecha objetivo para cada una de tus metas, y así sabrás qué tipo de plazo se le ajusta. Por ejemplo, si planeas hacer un viaje a Italia en tu quinto aniversario de bodas, el plazo de esa meta será el tiempo que falta hasta dicho aniversario, por lo que ya tienes la noción del tiempo que tienes para materializarla.

Define la prioridad de cada meta

Puedes tener una larga hoja de metas financieras, pero difícilmente todas tengan la misma prioridad para ti. Necesitas definir prioridades para determinar en qué orden destinar tus fondos.

Divide tus metas en esenciales, necesarias o deseadas. Por ejemplo, saldar una deuda debe considerarse una meta «esencial», ya que mientras más demores en saldarla más intereses tendrás que pagar. En cambio, cambiar tu carro (que funciona bien) por uno del año es simplemente una meta «deseada».

En caso de que tu presupuesto quede corto ya sabes qué metas priorizar por encima de otras.

Cuánto tienes y cuánto necesitas

Determinar tus metas financieras también implica saber con cuánto dinero cuentas y cuánto dinero necesitas.

Por ejemplo, si entre tus metas está crear un fondo de emergencia, sabes que este debe cubrir como mínimo tus gastos mensuales de seis meses. Así que si tu fondo ya tiene depositado $850 y tus gastos mensuales son $900, todavía debes ahorrar $4 550 para alcanzar la cifra objetivo ($5 400). Por tanto, si deseas alcanzar esta meta en dos años, deberás depositar $190 durante los próximos 24 meses.

No te angusties si alguna de tus metas no cuenta con nada ahorrado todavía, lo importante es que comiences a trabajar en ella algún momento. ¡Nada es imposible si te empeñas!