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Cómo elaborar tu presupuesto personal

El presupuesto personal es la herramienta ideal para llevar la planificación detallada del uso que le damos a nuestro dinero. De esa forma es más fácil conocer nuestros gastos y podremos diseñar mejores estrategias de ahorro.

En el presupuesto se plasma de manera ordenada los ingresos y gastos previsto para determinado tiempo. Esto permite que sea posible supervisar y controlar nuestra situación económica, y reducir al máximo cualquier amenaza que pudiera atentar con la salud de nuestras finanzas.

Con toda seguridad el uso del presupuesto es el primer paso para mejorar nuestra calidad de vida y poder materializar nuestras metas. Permite comparar resultados en el tiempo, y partiendo de estos, realizar las correcciones necesarias.

Un individuo que lleve el control de sus finanzas mediante el uso del presupuesto no será víctima del estrés o la ansiedad que genera el descontrol financiero. Además, tendrá la posibilidad materializar la práctica del ahorro como una disciplina y no como un hecho fortuito.

Cómo se elabora un presupuesto

El presupuesto es la hoja clínica de tus finanzas. Por tanto, es importante que durante su elaboración no pierdas de vista ningún detalle. Para que sea lo más realista y funcional debes registrar claramente todos los ingresos, los gastos variables, los gastos fijos, los gastos de ocio, etc.

Detalla tus ingresos fijos y variables

Consideramos ingresos todas las entradas de dinero con las que cuentas, aun cuando algunas de estas no se den de manera constante (pensiones, salarios, remesas, comisiones, etc.)

Tus ingresos fijos son aquellos que se repiten mes a mes de forma estable, como pudiera ser tu salario laboral. Mientras que los ingresos variables serán aquellos que no son tan seguros y constante como tus ingresos fijos, pero que de igual forma inyectan tu economía.

Por ejemplo, el dinero recibido por algún bien vendido, alguna remesa que recibas o cualquier otra entrada extra de dinero que tengas, clasifican como ingresos variables.

Detalla tus gastos fijos y variables

Se conocen como gastos fijos aquellos pagos que debes sufragar cada mes de manera invariable, como puede ser el caso de seguros, guarderías, rentas, hipotecas, etc. Los gastos variables son justo aquellos que varían frecuentemente. En este tipo de gastos clasifican los gastos de alimentación, transportación, ocio, etc.

Análisis del presupuesto

Luego de que hayas definido claramente tus ingresos y gastos, llega el paso de restarle al total de nuestros ingresos el total de nuestros gastos. Si el resultado de la diferencia es mayor que cero ¡Felicidades! Te quedó dinero para utilizar en algo positivo, como reducir tus deudas, crear un fondo de ahorro o practicar la inversión.

Sin embargo, si el resultado de restar a tus finanzas tus gastos da igual o menor que cero ¡Cuidado! Necesitas urgentemente ajustar tus gastos, dejando aquellos que son realmente imprescindibles. Si GASTAS MÁS DE LO QUE GANAS tendrás que trabajar solamente para pagar deudas.

¿Qué necesitas hacer? ¡Simple! Comienza analizar cada uno de tus gastos por separados y quédate solo con los verdaderamente imprescindible. También te toca buscar estrategias para optimizar aquellos gastos de los que no puedes prescindir, buscando servicios y productos con precios más asequibles a tu bolsillo. En fin, llevar un presupuesto te ayudará a que tomes conciencia de tu situación financiera. Algo que sería más difícil si llevaras tus finanzas al azar.