Foto

Cómo elegir un crédito para mi empresa

Para que cualquier empresa pueda crecer necesita de capital. Las vías para obtener este respaldo económico son diversas: financiación a través de proveedores, líneas de créditos, etc. Sin embargo, muchos empresarios todavía se preguntan cuáles son las razones que justifican la solicitud de un crédito empresarial.

¿Cuándo una empresa debería endeudarse?

Existen situaciones justificadas por las que una empresa debería endeudarse. Por ejemplo, cuando una empresa incursiona en el mercado internacional deben enfrentarse a ciclos de cobros más largos. En ese sentido se hace justificable acudir a la solicitud de préstamos para mitigar este período de desfasaje financiero.

Incrementar el plantel de empleados es otra buena razón que justifica la solicitud de crédito de una empresa. Sobre todo, cuando se trata de alcanzar el ritmo de producción necesario para satisfacer la creciente demanda de sus productos o servicios. Lo que además podría implicar la compra de nuevos equipos e insumos necesarios para la producción.

En algunos casos las empresas acuden a la solicitud de crédito para pagar deudas viejas con deudas nuevas, lo que ayuda a mejorar el flujo de caja. Por otra parte, toda empresa necesita desarrollar un buen historial crediticio, para que en el futuro pueda obtener más opciones de financiamiento y mejores términos.

Detalles importantes al elegir un crédito para tu empresa

Antes de decidirte a pedir un préstamo para tu empresa es preciso que tomes en cuenta algunos aspectos.

Estado del negocio

Saber con certeza la etapa de vida de tu empresa te ayudará a diseñar una estrategia financiera enfocada al momento histórico que vive. Todo negocio pasa por los ciclos de nacimiento, desarrollo, crecimiento y sustentabilidad, por lo que se hace importante conocer las exigencias de la etapa por la que transita, y así se sabría a ciencia cierta hacia donde debería ir dirigido el dinero entrante.

Para qué, cuánto y para cuándo

Este es el momento para detallar las necesidades reales de tu negocio, y a partir de ellas calcular el respaldo económico que requiere y para cuándo. También se impone explorar todas las opciones para obtener los fondos sin llegar a la deuda. Si no quieres que tu empresa sufra de deudas innecesarias lo mejor es que seas 100% realista con la situación y no te extralimites.

Sigue siendo una premisa evitar asumir deudas en medio de una crisis. En dichas contingencias pueden ocurrir pérdidas de crédito de proveedores, incapacidad de asumir el pago de salarios o cualquier emergencia que agudiza la situación.

Financiación de corto o largo plazo

El plazo de la deuda es un aspecto crucial a la hora de saber qué tipo de crédito es el que tu empresa requiere. Si tomas una financiación a corto plazo (por error) y, la empresa no logra recuperar el capital en dicho plazo, te verás en la incómoda situación de tener que ingeniártelas para cumplir con los plazos de pagos.

La financiación a corto plazo es la indicada cuando las deudas pueden ser saldadas en menos de un año. En situaciones temporales, como puede ser el aumento transitorio de la demanda, un préstamo a corto plazo podría ayudar a satisfacer esa situación estacional. Lo que permitirá manejar la totalidad de la demanda y lograr ingresos adicionales.

Entre los tipos de financiamiento a corto plazo se encuentran: los créditos comerciales, los créditos bancarios, las líneas de crédito, los pagarés, etc.

Sin embargo, si la empresa pronostica un aumento de la demanda por un intervalo de tiempo prolongado, entonces se pueden evaluar las opciones de financiación a largo plazo (más allá de los cinco años).

Entre los tipos de financiamiento a largo plazo están: los préstamos hipotecarios, la emisión de acciones, los bonos, la financiación colectiva, etc.

Diversifica tus fuentes de financiación

Depender de una única fuente de financiación resulta algo peligroso, por lo que se aconseja contar con diversos métodos de financiamiento para asegurar un sistema financiero sólido y de bajo riesgo. Además, se garantiza la flexibilidad de los pagos y la libertad de elegir el mejor método de acuerdo a las necesidades de la empresa.

Recuerda que el monto total de dinero a prestar en un crédito suele variar entre las instituciones financiera. Así como también varían los intereses que cobran por dichos préstamos. Queda de tu parte analizar las alternativas y elegir la opción que más le convenga a tu negocio.